domingo, 19 de diciembre de 2010

Reflexiones De Una Fiesta De Disfraces


¡NO ME GUSTAN LAS FIESTAS DE DISFRACES!

Partiendo de esa base, paso a contar que fui a una el otro día. Me cuesta mucho sentirme cómoda en esas fiestas. Pasa mucho tiempo para que pueda superar el simple hecho que soy una pelotuda vestida ridiculamente con otra gente que se encuentra en igualdad de condiciones. Creo que todo lo que implica un disfraz es lo que me molesta. "Podes ser quien quieras" me suelen decir para convencerme. Yo siempre pienso lo mismo "a mi me gusta ser yo". He trabajado mucho p
ara llegar a este punto donde me gusta ser quien soy, me gusta como me visto (la mayor parte de las veces), como me desenvuelvo. No digo bajo ningún concepto que soy la mejor de nada. Pero si llegue a un lindo lugar donde me siento cómoda conmigo.
Ahora bien, esto no pasa siempre. Tengo días en que no puedo estar con mi persona, no me banco ni yo. Sé que soy -¿cómo lo pongo de una manera politicamente correcta?- compleja. Y no todo el mundo puede llegar a conocerme, o pasar esas barreras que naturalmente pongo. Esto me pasa con la gente con la que fui al colegio.
A ver cómo lo cuento... Nunca tuve ganas de esforzarme en el colegio, en el sentido social digo; aunque en el académico tampoco, pero no viene al caso. No tenía problemas con casi nadie, sin embargo no todo el mundo me caía bien (es muy fácil caerme mal).
Siempre mantuve una conducta, no sé si para bien o para mal pero la mantuve, de ir al colegio para estudiar. Yo no estudiaba en casa, o pocas veces lo hacía, y solía arreglármelas con lo que hacía en el clase. Entonces no boludeaba a la par de mis compañeros. Esto hacía que me vieran como una persona muy seria por decirlo de alguna manera. Las personas que se molestaron en conocerme pueden dar testimonio, son muy pocas las veces que en mi vida soy seria. Pero los otros se quedaron con eso. Entonces cada vez que salíamos con grupo del colegio o mismo después de egresar nos reencontrábamos en otros ámbitos. O se sorprendían de verme en ese lugar, o así vestida, o actuando de una manera diferente a la que ellos se construían. Por eso cada vez que los veo me siento incómoda no sé porqué. Esto viene porque en la fiesta de disfraces me encontre con algunos de ellos.
Bajo ninguna manera quiero decir que no me guste encontrarme con ellos, charlar, saber de ellos. La verdad que no tengo drama con la gran mayoría de ellos. Pero sigo sintiéndome incómoda. Y me puse a pensar que suerte que pude salir de esto. Que suerte que con las personas que habitualmente estoy me siento como pez en el agua. Que me conocen, me entienden; que me quieren y hacen que me cague de risa sin importar que tan malo sea el día que este teniendo.
A las personas que siguieron conmigo durante y después del colegio les digo:"¡GRACIAS! Son ustedes grandes responsables que yo sea como soy ahora. Prometo (como suelo hacerlo todos los años) hacer lo posible para verlos lo más seguido que pueda. Los quiero mucho".
A aquellas personas que son "nuevas" en mi vida, pero que me conocen como si fuésemos amigos desde bebes también les quiero agradecer. Son la razón porque que quiero ser un poco mejor todos los días. Sobretodo a cuatro señoritas que son una de las mejores cosas que me pasaron en la vida. Sin importar nada, están siempre ahí, las amo.
A los que volvieron a mi vida:"¡Gracias por volver a hacerlo! ¡Son lo más disfuncional, más loco y más lógico de mi vida!"



1 comentario:

  1. Crisis: en qué categoría entramos nosotros? Somos los disfuncionales? YEEEEEY!!
    Jajaja. Te banco, Vickyy!!!
    Besooo!

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