martes, 21 de septiembre de 2010

Juro Decir Parte De La Verdad Y Solo La Que Me Conviene

El otro día estaba escuchando una canción que en una parte dice algo así como "la verdad nunca me liberó, entonces yo lo hice". Me dejó pensando un buen rato, a decir verdad, sobre la verdad y el hecho de decir la verdad. ¿A quién le sirve si decis la verdad? ¿Hay que decir la verdad siempre? ¿Hay limites decir tanto una verdad como una mentira?

En la película de Jim Carrey "Mentiroso Mentiroso" (muy buena comedia, bah es un toque básica pero no por ello menos graciosa) el personaje de Carrey, Flecher Reede, le dice a su hijo que a veces se necesita mentir paran o herir los sentimientos de las personas. Pone como ejemplo a una situación cuasi ideal. En la época que la madre del chico estaba embarazada y le preguntaba a Flecher si estaba gorda y el le decía que no. Se justificaba diciendo que si le decía que estaba hecha un ballena (creo que dice ballena, mi memoria puede fallar) la iba a hacer sentir peor de lo que ya se sentía.

A parte, ahora mantener una mentira es mucho más difícil. Facebook, los celulares con cámaras de fotos, los mensajes de texto, creo que todas estas cosas que nos permiten "acercarnos más", o estar más accesibles a la comunicación, complican la mentira. No podes decir qu
e te fuiste a la biblioteca un día cuando en realidad fuiste al parque a tomar algo con tomar algo con tus amigas (sí, puse el ejemplo más inocente del mundo, lo sé), porque después te etiquetan en Facebook. Ya está mentira revelada.

Lo que nos deja con "la honestidad es la mejor política", ¿pero es tan así? El ejemplo de la embarazada apunta a "no", el de Facebook se inclina a un "si"... Y yo en este limbo -¿me animo a llamarlo así?- filosófico.

Yo suelo decir la verdad. Muchas veces soy brutalmente honesta. No siempre cae bien, por mi falta de tacto, pero bueno... Y prefiero que la gente me diga la verdad. Pero reconozco que no siempre es bueno, o lo que necesito. A veces por más tonto que suene se necesita que te digan un "que linda estás" o, para no ser tan superficial porque a veces va más allá de eso, "me gusto lo que escribiste". Por más que no sea así. Ves que tu amiga/o esta deprimida/o, mal o no en su mejor momento y sabés que si decís la verdad la/o vas a poner peor, ¿lo hacés?

Otras veces pienso que decir la verdad sólo le hace bien a quien la dice. Vos te sacás el peso de encima, sí, pero tiraste todo eso que vos venías cargando al otro. ¿Qué tan justo es eso?

La verdad (juego de palabras tonto e intencional) no soy de mentir. No creo mucho en la mentira blanca, por mi previamente mencionada brutal necesidad por ser honesta. Pero sí creo en la verdad suavizada. Que son dos cosas diferentes. Una es "la verdad que ese jean te queda lindo", siendo eso una mentira, ya que el jean en cuestión no le queda bien, pero como estaba deprimida, tu amiga del ejemplo de arriba, le dijiste eso. Cuando podes decir tranquilamente "la verdad que a mi no me gusta mucho como te queda" o "la verdad, no me parece que sea muy vos".

Me inclino a pensar que la honestidad es la mejor política. Porque la mentira tiene patas cortas. O, por lo menos, así lo veo yo. Y como no se me ocurren más frases hechas para terminar, me despido.

sábado, 4 de septiembre de 2010

El Amor A Través Del Tiempo

A lo largo de mi vida he escuchado la frase "grandes historias de amor". Lo curioso, pensaba el otro día, es que todas ellas transcurrieron en otras épocas. No me refiero a Romeo y Julieta. Estoy hablando de amores cómo los de Juana "La Loca" (lean "El Pergamino De La Seducción" de Gioconda Belli y después afirmen su "locura") y Felipe "El Hermoso".

A casi 400 años podemos ver una de las muestras de amor más grandes del mundo. El emperador Shah Jehan se enamoró perdidamente de una princesa persa-musulm
ana Mumtaz Mahal. Ésta se convertiría en su segunda esposa. Lamentablemente, como pasa en la mayoría de las grandes historias de amor, Mumtaz muere después de parir a su catorceavo hijo. Cuenta la historia que antes de morir le pidió cuatro deseos a su marido:
  • Que se casara nuevamente
  • Que fuera bueno con sus hijos
  • Que le construyera una gran tumba
  • Y que la visitara al menos una vez al año, en el aniversario de su muerte.
Esa gran tumba que construyó el emperador es el Taj Mahal. Una de las siete maravillas del mundo. (Y yo no consigo que me responda en msn...)

He visto que el hombre es capaz de actos abominables. Cae bajo y es un ser sádico. La historia me respalda en esto. Pero también lo sé capaz de grandes y nobles cosas. Siendo el
amor una de ellas.
No sé si es porque soy contemporánea, pero ya no veo eso. No puedo comparar la pasión y locura de Edgar Allan Poe con la relación Jolie- Pitt. No digo que esta última no sea amor, porque la verdad no me consta. Pero en general estos Grandes Amores no los veo. Espero que sea por mi limitada visión del mundo. Pero, en teoría, hoy enterarse de cosas es mucho más fácil que antes.

Pero. ¿qué cambió? ¿Por qué se considera una matrimonio de 10 años
exitoso?¿Las personas sentimos con la misma intensidad de siempre o dichos actos horripilantes, comprometieron nuestra capacidad de experimentar grandes amores?