El otro día me di cuenta de algo. La Bella, de la película de Disney "La Bella & La Besita", ¡ es la única princesa que hace algo! Creo que por eso siempre me gustó la película. Y Bella como princesa. Es más la canción que canta Bella ni bien se va Gastón -después de pedirle
matrimonio- marcó mi vida. Sin ánimos de exagerar (bueh, los de siempre, nomás).
Bella es una chica no sólo bella, sino también inteligente, que quiere más de lo que tiene, ve la belleza interna de todos. Estas no son cualidades abundantes en todas las princesas de los cuentos.
Pero donde marca la diferencia esta jovencita que quiere más que un simple plan, es en el hecho que hace algo. Queda encerrada en el sótano, logra salir y va a buscar y a ayudar a su amor. Más allá su amor sea una bestia de apariencia horripilante. Ella s
e enamora del hombre en el que se convirtió esa bestia.
Es su amor y su capacidad de ver el corazón de las personas que salvan a la Bestia. En esta versión del cuento (seguramente habrá otra que yo no conozco) el hombre es salvado por la mujer.
La mujer, por lo general, a lo largo de la historia es sinónimo de cosas negativas. Lo podemos tomar desde Pan
dora y su caja, a Eva con su manzana. Están las ninfas, sirenas, Diosas vengativas, mismo
supuestas brujas quemadas en la hoguera. Son todas manifestaciones de una constante misoginia a lo largo de la historia.
Es una historia también para aquellos que se sienten diferentes, que no encajan. Bella no encaja en su pueblo. Pero sí tiene su lugar en este castillo mágico donde todos son diferentes.
En tiempos tan violentos, donde encajar es una de las cosas más importantes. Y a se agrede todo lo que resulta extraño o simplemente diferente.